La música y el desarrollo del cerebro de los niños están estrechamente relacionados con el lenguaje, la concentración y el aprendizaje. El adquirir habilidades musicales durante los años de formación tiene un impacto positivo en los niños. Nunca es demasiado pronto para que tus hijos comiencen a iniciarse en la música.
La mayoría de los niños probablemente vendrán a la música un poco más tarde, y pueden necesitar ayuda para decidir qué instrumento musical elegir. Hay varias cosas importantes que debes tener en cuenta antes de que tu hijo decida qué camino musical seguir.
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1. Busca el instrumento correcto
El Dr. Robert Cutietta señala en un artículo sobre el tema que, aunque ciertamente es bueno animar a los niños a utilizar un instrumento a una edad muy temprana, sin embargo, hay consideraciones especiales que debes tener en cuenta si tu hijo tiene menos de seis años. Lo principal es asegurarte de seleccionar un instrumento apropiado, es decir, uno que el niño pueda tocar físicamente. Si tu hijo es aún de corta edad deberás descartar los instrumentos de viento, ya que estos requieren más fuerza para tocarlos y sostenerlos.
Los instrumentos más recomendables son el piano o el violín. Los violines son fáciles de obtener en tamaños más pequeños que se adaptan a un niño de corta edad. El piano proporciona al niño la oportunidad de tocar la melodía y la armonía al mismo tiempo, lo que resulta muy beneficioso para la coordinación y la comprensión musical, asimismo, le permitirá a tu hijo familiarizarse con una representación visual de la música, mientras que el violín permitirá que obtenga la habilidad de inclinarse con la mano derecha, una técnica necesaria para otros instrumentos.

2. Tu hijo debe querer aprender música
Aunque suene terriblemente obvio, otro factor importante que debes tener en cuenta es si tu hijo en realidad quiere tocar un instrumento. Aunque creas que no vale la pena mencionarlo; Donna Schwartz (música y profesora de música), escribe que es sorprendente la frecuencia con que los niños le dicen que la única razón por la que están tomando clases de música es porque sus padres quieren que lo hagan.
Esto no solo puede resultar en una falta de voluntad para comprometerse completamente con el instrumento, sino que también podría volver al niño en contra de la música por un largo período de tiempo. Esto no significa que esté mal animar a tu hijo a utilizar un instrumento, solo que debe haber al menos algo de entusiasmo por su parte.
Una manera de comprobar si tu hijo puede estar interesado en tocar un determinado instrumento musical es exponerlo a él antes de tomar una decisión. Algunos vendedores de instrumentos musicales, dejan que los niños los toquen para ver si les gusta el sonido que hace o la sensación de sostenerlo. Sin embargo, si no puede conseguir un trombón, clarinete o violonchelo real, otra opción que te presentamos es encontrar piezas musicales en las que el instrumento ocupe un lugar destacado o ir a un concierto para que tu hijo las escuche en directo.
3. No comprometas su tiempo, recuerda que son niños
Además, ten en cuenta que ellos se encuentran en una etapa de desarrollo, y que a veces solo con la escuela suelen abrumarse fácilmente, entonces si de verdad tu hijo no quiere hacerlo no se lo impongas. Entiendo que es tentador centrar todos tus pensamientos en el instrumento en sí, en la música que va a tocar tu hijo y en lo orgulloso que estarás, pero esto no tiene sentido si él no se siente bien con ello. Hacerlo te ayudará a determinar si es realista que tu hijo encuentre tiempo en su horario para tocar un instrumento.
Además de las lecciones, se necesita tiempo suficiente para practicar durante unos 30 minutos la mayoría de los días, esto para que puedan sacar el máximo provecho del aprendizaje. Es recomendable planear un horario de práctica y pensar en las técnicas que podrías utilizar para motivar a tu hijo a practicar. Por ejemplo, Schwartz sugiere que aceptes comprar algo que ellos desean si practican cinco días a la semana.

Conclusión
Querer que tus hijos entren en el mundo de la música es una excelente idea, ya que está demostrado científicamente que lo niños que estudian música tienden a tener un mejor desarrollo en la sociedad. Además, los niños que tocan algún instrumento musical o que practican canto, desarrollan un mejor rendimiento académico, suelen ser más expresivos y llegan a tener un mejor estilo de vida.
Sin embargo, debes tener en cuenta de que si tu hijo se apasiona por la música, no debes poner ninguna condición sobre ello ni añadirle presión, esto solo afectará su desarrollo emocional y terminarás haciéndole daño. Lo mismo sucederá si no le gusta tocar ningún instrumento musical ni dedicarse al canto; por esto es importante que pidas su opinión y observes si en realidad lo quiere hacer, de ser así necesitas apoyarlo en todo lo que te sea posible.